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Buscarán convertir las Rutas de las Misiones del Padre Kino en Patrimonio Cultural de Sonora y de la Humanidad

Hermosillo, Sonora; a 31 de agosto de 2023.- Con el objetivo de trabajar de forma conjunta para lograr la declaratoria de la Ruta de las Misiones del Padre Francisco Eusebio Kino como patrimonio cultural de Sonora, se llevó a cabo la segunda sesión ordinaria del Consejo Estatal de la Cultura y las Artes de Sonora (CECAS).

Con la presencia de los miembros del CECAS, consejo ciudadano y enlaces de cultura de distintos municipios de Sonora, la secretaria técnica del organismo, Beatriz Aldaco Encinas, expresó su voluntad de darle continuidad a esfuerzos anteriores para lograr dicho nombramiento. La Ruta de las Misiones del Padre Kino, que abarca buena parte de la Pimería Alta de Sonora y el sur de Arizona, contiene riqueza histórica, arquitectónica, religiosa, etnográfica, documental y artística.

“Con la conformación del CECAS hace unos meses, ya es posible dar curso a una de las prioridades del trabajo del Consejo en sus inicios, que es la designación de la Ruta de las Misiones como patrimonio cultural de Sonora y de la Humanidad, en virtud de que los recintos que forman parte de esa ruta han sufrido deterioro a través de los siglos y es urgente el rescate y la rehabiitación de la mayoría de ellos”.

El buen curso del proyecto permitirá la preservación, rehabilitación y visibilización de una ruta que le da identidad a Sonora.

Tras ser votados a favor de manera unánime los acuerdos de la sesión, se continuará con los trámites para la emisión del decreto por parte del gobernador del estado, Alfonso Durazo Montaño, que contendrá la declaratoria estatal. Así lo harán también las autoridades gubernamentales de Arizona, y posteriormente se buscará convertir a la Ruta en Patrimonio Cultural de la Humanidad a través de la UNESCO, lo que facilitará, entre otros beneficios, el flujo de recursos para rescatar y ponderar el legado del padre Eusebio Francisco Kino.

Orquesta Filarmónica de Sonora

Es una de las orquestas más importantes del noroeste de México. Desde su fundación hace 20 años (2003), tras culminar una década de esfuerzos formativos, le ha dado un giro a la vida cultural de nuestra entidad con presentaciones en diversos puntos de la geografía sonorense, con su participación en proyectos interdisciplinarios con la ópera y la danza contemporánea como protagonistas.

Durante 2023, hemos contamos con las destacadas colaboraciones de las directoras invitadas Laura Cmet (de nacionalidad argentina) y Esmireli Dórame (oriunda de Sonora), quienes tuvieron destacadas presentaciones con la agrupación.

En el Festival Cultural Álamos Pueblo Mágico 2023, se ofrecieron conciertos en los que se reconoció a compositores sonorenses como Nubia Jaime Don Juan, ganadora del Concurso de Composición para Orquesta de Cámara Arturo Márquez 2021, Alejandro Karo, Fernando Palma, Mayra Lepró, Joselyn Vargas y Valeria Montoya, en una presentación curada y programada por el gran compositor alamense Arturo Márquez.

Realizó la grabación de un álbum con música del compositor mexicano Venus Rey Jr., bajo la dirección artística del maestro Héctor Acosta. Entre las piezas que incluye este álbum se encuentra la Suite Sonora, una obra compuesta especialmente para la OFS (2021).

En el Festival Internacional Alfonso Ortiz Tirado han acompañado a grandes exponentes del canto operístico, especialmente a los acreedores a la Medalla Alfonso Ortiz Tirado, entre ellos el bajo-barítono Guillermo Ruiz (2016) y la soprano Rebeca Olvera (2018). En el festival 2017 ofrecieron un entrañable concierto bajo la dirección del compositor alamense Arturo Márquez.

Ejecutó la  ópera Elixir de Amor de Gaetano Donizetti (2014) bajo la dirección artística del maestro Enrique Patrón de Rueda; ópera Carmen de Georges Bizet (2015), con las voces de la mezzosoprano Lydia Rendón, en el papel de Carmen, y del tenor Dante Alcalá, como Don José, también bajo la dirección artística del maestro Enrique Patrón de Rueda y dirección de escena de Luis Miguel Lombana; destaca también su participación en la Ópera Inmigrante Ilegal, del sonorense Alfonso Molina (2017);  la Cantata sinfónica Carmina Burana, de Carl Orff (2016), la Novena Sinfonía de Beethoven (2017) y la ópera Pagliacci, de Ruggero Leoncavallo, con el director escénico Rennier Piñero y el director musical David Hernández (2018).

En octubre de 2016, tocaron al lado del gran tenor Plácido Domingo en el espectáculo denominado Plácido le canta a Sonora, en el Estadio Sonora. Al año siguiente, se sumaron a los conciertos de Sonora International Opera Competition Francisco Araiza, impulsados por el Ayuntamiento de Hermosillo.

En la edición 2018 ofrecieron conciertos con la soprano, Rebeca Olvera; en la Noche de laureados acompañaron a las sopranos María Caballero y Ariadne Montijo, así como una Gala operística con el tenor Arturo Chacón-Cruz, con quien además se realizó la grabación del disco titulado “Arturo Chacón le canta a México” bajo la dirección del maestro Patrón de Rueda (2015). Han sobresalido los espectaculares cierres masivos del festival con la OFS.

A través de sus temporadas orquestales, se han presentado en Cajeme, Hermosillo, Magdalena de Kino, Puerto Peñasco y San Luis Río Colorado y han preparado exitosos programas como De Sinatra a ManzaneroMúsica de cine I, II y III y Mujeres de una pieza.

Es importante destacar su valiosa aportación en la formación de nuevos talentos y la formación de nuevos públicos con puestas como Pedro y el lobo, un cuento interpretado por Andamios Teatro con la narración del maestro Óscar Carrizosa, bajo la dirección de Hilda Valencia. Destaca también el estreno de La increíble historia musical de una niña llamada Sol de Osvaldo Sánchez, con música original de Nubia Jaime Don Juan, integrante de la orquesta.

Durante su quehacer musical en los últimos años han trabajado con directores y solistas como: George Hanson, Enrique Patrón de Rueda, Laura Cmet, Eduardo Alarcón, Jorge Federico Osorio, Sumi Jo, Stewart Neill, Simone Kermes, Fernando Lozano, Carlos Miguel Prieto, Horacio Franco, Roberto Limón, Jorge Risi, Faustino Díaz, Olivia Gorra, Encarnación Vázquez, Martha Félix, Arturo Chacón-Cruz, Fernando de la Mora, Elizabeth Blanke-Biggs, Erika Dobosiewicz, Francisco Ladrón de Guevara, Joshua Bavaro, Ace Edewards, Arturo Márquez, Ariadne Montijo, María Caballero, Francisco Araiza, Guillermo Ruiz, Rebeca Olvera, Plácido Domingo, Eduardo Alarcón, Ramón Vargas. Sus directores titulares han sido los maestros Gastón Serrano, Alfredo Hernández Reyes, Rey Alejandro Conde, Christian Gohmer, David Hernández Bretón y Héctor Acosta.

Conquista Álamos la Orquesta Filarmónica de Sonora

En algún momento, el escritor y filósofo Heriberto Yépez señalaba que había pocos países como México que tuvieran la voluntad de escribir tanto sobre sí mismos: ahondar y ahogarse en ese laberíntico psico-social que es la búsqueda de nuestra identidad. Lo intentó Alfonso Reyes, lo intentó Octavio Paz, lo intentó Samuel Ramos, lo intentó Roger Bartra y lo intentó el propio Yépez. Todos esos resultados se quedan cortos a la hora de definir lo que significa “ser mexicano”. Si se me permite la intromisión, todos ellos fallaron en esa voluntad descriptiva, entre otras cosas, porque dejaron de lado la música. Cada pueblo, cada región, inserta su ADN identitario en sus expresiones musicales. La música es el gran lenguaje universal, y como tal, el más cercano a comprender el espíritu de un pueblo.

La noche del sábado, en el marco del Festival Álamos Pueblo Mágico 2023, la Orquesta Filarmónica de Sonora (OFS) del Instituto Sonorense de Cultura (ISC) ofreció un concierto enciclopédico sobre la identidad sonorense. Una noche de sonidos bellísimos cargados de nostalgia, de lucha, de identidad: la resiliencia de la gente del desierto, el ingenio de los pobladores de la sierra, el misticismo de las culturas originales que marcan, en buena parte, nuestro devenir como habitantes de esta tierra. La Orquesta Filarmónica de Sonora, fiel a su estilo y bajo la batuta de su directora invitada, Esmireli Dórame, iluminaron la noche alamense.

En la semana, la Orquesta realizó ensayos a puerta abierta en el Teatro de la Ciudad de la Casa de la Cultura de Sonora. Uno de esos eventos íntimos que encierran dentro de sí una especie de magia. Se contó con la presencia del maestro Arturo Márquez, tótem incombustible de la música sonorense. Con su icónica humildad, Márquez señala sus exploraciones sonoras, su refinamiento sobre la música popular, sobre la arquitectura musical que emana desde el pueblo. Y sobre todo: el futuro.

“Música Sonora” es el nombre del concierto que se presentó en Álamos gracias a la curaduría y organización del maestro Márquez. La noche arranca con “El caballito de Ures”, de Nubia Jaime Donjuan, compositora joven de gran trayectoria nacional e internacional y chelista de la orquesta. Como todas sus composiciones, como puede ser la bellísima “Danza mestiza” o “En el exilio”, que realizó junto con su colectivo “Las montoneras”, la visión musical de la compositora sonorense es tan rica en matices, tan compleja como bella, tan íntima como explosiva. También son de su autoría las piezas “Ayacahuite” y “Sahuaro”. Piezas envolventes y magnéticas. Nubia comparte el árbol genealógico del maestro Márquez, sus pulsiones y su sentir por la música como un lienzo susceptible a esa imaginación que no se agota. El concierto sigue con “Pascola” de Fernando Palma. Otro de esos músicos geniales que han habitado en Sonora. “Fugaz” de Mayra Lepró, “Mía” de Alejandro Karo, “Danza del desierto” de Joselyn Vargas o “Petricor” de Valeria Montoya, siguen habitando, fantasmales, como murmullos incesantes, el palacio alamense. Composiciones musicales hechas desde Sonora. Imposible no emocionarse con la música que retumba y que emana desde la ejecución técnica de la Orquesta Filarmónica de Sonora. Esmireli Dórame. La directora invitada, le imprime su propio estilo. Su cadencia, su ritmo, sus movimientos se convierten en metáforas de las notas musicales que vuelan en elípticas por todo el auditorio.

La segunda parte del concierto son piezas del maestro Arturo Márquez. “La barca de Guaymas”, esa icónica canción que funge como himno y encuentra su co-relato en ese México que aún nos queda en la memoria: el habitado por Lola Beltrán y Pedro Infante. La leyenda cuenta que la pieza original es de Carlos Wenceslao López Portillo, músico y compositor alamense. Le siguen tres composiciones que se van fusionando la una con la otra: “La tortuga”, “La llorona” y “La sandunga”. Canciones emanadas desde el Istmo, desde Oaxaca, llenas de nostalgia, de dolor, de pérdida, pero también del encanto que tiene el vivir.

El cierre del concierto no podría ser de otra forma: “Danzón no. 2”. Obra absoluta de Arturo Márquez y que ha sido tocada en casi todos los rincones del planeta. La inmortalidad se escucha así.