Conocí a Miguel Ángel Aispuro Ramírez como se conocen los grandes misterios de este mundo: a través de sus mitos y ficciones. Sentí una admiración contemplativa que me dejó mudo desde que leí sus versos temerarios. Versos con toda esa carga mística del renacer, ese peso específico que portan los escritores de alma curtida, arrancados de la nada, siempre en busca de la totalidad.
El verbo deificado, cargado de pasiones, ídolos y monstruos, piezas de un puzzle que se amontonan poco a poco cobrando forma, que reflejan una mueca de melancolía y desafío.
Si alguna vez habéis sentido el calor de la llama que arde en el infinito, abrazad este libro, pasad la página como quien emprende su buena ventura, con el ímpetu de los titanes y tormentos de la noche eterna. Cabalgad junto a los ladrones del fuego, los jinetes de los vientos alisios, las brujas y demonios de un mundo apenas esbozado, un universo tan solo empezado a modelar. Perpetuad este viaje que nos pertenece a todos, la primera y única aventura que ha emprendido la literatura: la de ser cincel que gime en busca de las formas prohibidas de lo intangible.
Alberto Martínez, fundador y presentador de Noviembre Nocturno.