Ausente del puerto y de su gentilicio por casi la mitad de su vida, nació en los calores del ochenta para caer en las generaciones de transición. Generaciones de testigos; sin arraigos, pasiones o compromisos. Desarrolló el gusto por la escena y la inventiva dramática desde la adolescencia, quizá por su inclinación por la mentira persuasiva y el escapismo en general. Su primer encuentro con al teatro fue en Cuernavaca como taller opcional por dos semestres en el bachillerato; al concluir esta etapa, escribir teatro le pareció la mejor opción a la mano. Así empezó el largo y variable rumbo hacia un destino no muy claro y con múltiples pausas y recomienzos. En esta agenda incluye a Hermosillo como sede de un periodo teatral activo en la Academia de Arte Dramático de la Universidad de Sonora; luego con el grupo teatral El Relajo, para el que ha escrito y dirigido desde el 2007 hasta la fecha.
Ha obtenido el Premio del Concurso del Libro Sonorense categoría Dramaturgia en tres ocasiones: por Javier (2009), La víspera del guerrero (2011) y Gilberto Espinosa, Gerente de cobranza (2013). Fue Coordinador del área de teatro del Instituto Sonorense de Cultura.