Este es un trabajo realizado con íntimo gozo. Esto se ve, se lee, se oye. Una solución rítmica dada por Alonso Vidal, tan fluída, tan enérgica y brillante, descifra poéticamente lo que ya había dicho Eurípides. Hay naturalidad, frescura, movilidad de los medios expresivos, presencia del aliento épico, que es a fin de cuentas el aliento de la tragedia griega. con visible desembarazo en lo formal se mueve la intención de Vidal a lo largo del doble poema que es: De metamorfosis a la Copa Dorada de Dionisio. Al penetrar en la niebla de los dioses extiende el manto sobre el sentido de la vida, escuchando los trémulos presagios del drama, en sus cautas sentencias y en si compasión por los mortales.
De ahí el contrapunteo entre lo mexicano y lo griego, en donde de alguna manera se funden el foro y la feria. es ver cómo se agarra la poesía de las voces para imprimirles el temblor de su propio encanto. en tres palabras: orgía la fiesta.
Mario Arturo Ramos